"Se buscan hombres para un viaje peligroso. Sueldo bajo. Frío extremo. Largos meses de absoluta oscuridad. Peligro constante. No es seguro volver con vida. Honor y reconocimiento en caso de éxito".
(Ernest Shackleton en los periódicos británicos reclamando voluntarios para una expedición a la Antártida en 1914)

lunes, 23 de enero de 2012

Todos somos gatos


¿Qué es entrenar? La wikipedia dice que es el método más adecuado para conseguir una meta ¿Sabrán las células musculares lo que es un planning? Algunos creen que si, la fe mueve montañas ¿Puede la cabeza estropear lo que hacen tus pies? Estoy convencido de ello, entrenar es un arte y como Picasso no le gusta a todo el mundo aunque Velázquez si gusta a casi todos, entonces si te gustan Picasso y Velázquez a la vez disfrutarás siempre si así lo quieres, la clave es tener sensibilidad. Den Xiaoping, expresidente chino fue famoso por decir eso de que "Gato negro, gato pardo, lo importante es que cace ratones".
Las costumbres son difíciles de esquivar, el sábado pasado podía haber sido mi séptimo Du de La Santa, este año las cosas no eran iguales, nunca lo son, este año la tralla que se avecina hizo que una parte de mi psique reflexionara y me dijera que era mejor guardar un poco las fuerzas, y las ganas, porque no quiero por nada del mundo quemarme de tanto trajín, perder las ganas y todo eso, es lo peor que le puede pasar a uno, así que mi primera del año será el Enduroman cuando hay algunos en el ranking que pasan de los dos mil puntos. Si es que la gente está como una moto, en todos los sentidos, eso de la vida pausada y contemplativa con un libro en una mano (no me refiero a literatura erótica) y en la otra una taza de te me suena a cuento chino. La gente sale a carrera por semana y no termina en el hospital. Como dijo Fidel Castro "Pa' trás ni para coger impulso" ya saben, ser un friki es malo pero no serlo es peor.

sábado, 21 de enero de 2012

Planeta Kalima (Capítulo XV: Cadena temporal)


¡Tachán! el sonido metálico de la reja al cerrarse resonaba en su cabeza. No se podía creer Teo lo que le estaba pasando, hace solo unas horas que paseaba con su bici por Betancuria cuando lo detuvo un macrocontrol policial colocado en la plaza de la antigua capital isleña. Lo confundieron con un exboxeador-neurólogo-ventrilocuo-y lo más grave-narcotraficante somalí y por mucho que nuestro joven calimero insistía en el error de los agentes estos no le creyeron cuando les dijo que lo más quinqui que había hecho era haber aparcado en una plaza para minusválidos en el concierto de Shakira. Le mandaron para el Salto del Negro y luego se aclararía eso de que no era el fascineroso africano. Los otros presos apostaban a ver cuánto duraría antes de derrumbarse porque muchos lloraban la primera noche. Teo aguantó. Al día siguiente en el patio les dijo a todos los reclusos que era inocente y los chicos le respondieron que allí nadie era culpable, que sus abogados la habían cagado. Fue en una de esas tertulias de nivel en el patio donde conoció a Juanjo Foulquié, almeriense como Bisbal que no tenía el duende de su paisano. Se hicieron inseparables, sobre todo porque el peninsular conseguía de todo dentro de la cárcel, que si cámaras de válvula larga, cadenas ultegra, barritas energéticas...vamos, de todo. Teo solo le pidió dos cosas, un tronchacadenas y un poster de Cameron Díaz. Entendía el pedido, no se podía vivir sin esas cosas. Pronto Teo se granjeó la amistad de todo el penal porque le arreglaba los móviles que petaban a todo el que se lo pedía. Todos los Blackberry, androids y aifons que casi morían el los revivía como un médico a un infartado de miocardio, esta habilidad no pasó desapercibida para el alcaide que le empezó a pasar algunos de la calle y cobrando veinte eurazos por cacharro. El alcaide se estaba forrando a costa de nuestro héroe. El tiempo pasaba. Una vez, tras unas series a 3:40 el kilómetro llegó sudando a las duchas Teo y se le acercó uno de los cabecillas de la cárcel dándose esta preocupante conversación:
Cabecilla: Hola chaval
Teo: que pasa tio!
C.: Sabes? Yo podría conseguirte isostar y High5 sabor frutas tropicales cuando quieras
T.: Si? Que guay
Mientras el cabecilla le miraba todo el cuerpo añadió ¿Quieres que te enjabone la espalda?
T.: No hace falta, gracias, yo llego hasta el homoplato con el codo
C.: Te lo decía por ser amable pero si no quieres te puedo obligar.. yo consigo todo lo que quiero y ahora o más tarde te voy a enjabonar la espalda, te lo aseguro.
T.: Ahh vale gracias, cuando me haga falta te llamo, eres un puntal.
Terminó su ducha y Teo pensó que le haría falta coraje para evitar que le enjabonaran la espalda más de la cuenta. Eso era territorio virgen.
Pasaba el tiempo tan lentamente que a Teo le daba impresión que desperdiciaba su vida, entonces decidió hacer algo por lo que valiese la pena vivir, se dedicó a enseñarle a un joven recluso las artes del entrenamiento para triatlón. Los progresos del chico eran increíbles y llenaban el alma de Teo. Hasta que el tiempo que empleaba Teo en adiestrar a su Padawan se lo quitaba a eso de liberar móviles lo que hacía menguar los ingresos atípicos del alcaide. La paciencia del jefe del cotarro se agotó y no tardó en prohibir cualquier actividad relacionada con el triatlón dentro del recinto penitenciario, algo totalmente injusto porque se podía jugar al golf y a la bola canaria sin ningún problema, asaderos incluidos. Teo estaba enrabietado y permanecía largas temporadas cabizbajo y sin soltar palabra, un día su colega Juanjo le preguntó qué le pasaba y nuestro héroe le soltó, con la mirada perdida, barba de cuatro días y el pelo sin lavar: "Sabes, me gustaría estar en un sitio tranquilo cerca del mar, donde pudiese tener una casita y dedicarme al bricolaje y ocasionalmente al macramé" Juanjo le respondió: ¿Dónde? el espigado pajarero le espetó: ¿Conoces Tarajalejo? Allí necesitaría a alguien como tu que me lleve los entrenos. Juanjo se quedó preocupado. Esa noche hubo tormenta en la capital y Juanjo se temía lo peor, la actitud depre de Teo le inducían a pensar en que algo malo pasaría. Por la mañana pasaron lista y la celda de Teo estaba vacía. Lo buscaron por todas partes y no estaba, en la piscina, bajo el tartán, entre las bicis relucientes...nada ¿Qué había pasado? Pues que harto de la vida Teo había hecho un agujero en la pared con el tronchacadenas ¿Cuánto crees que se tarda en hacer eso? Yo pensaba que una eternidad pero Teo tardó veinte minutos porque estaba bien afilado el chisme. Se escabulló por un agujero de 2x2 metros y se metió por la tubería de desagüe ¡Cuanta mierda tuvo que aguantar! se arrastró, aguantando el tipo como un machote y terminó saliendo por Mogán en solo seis horas. Al salir fue directo a La Caja para retirar los fondos que había acumulado a nombre del alcaide, alquiló un coche y se fue a Tarajalejo, allí le mandó un wasap a Juanjo. ¿Quieres que te inscriba en el Volcano?

viernes, 13 de enero de 2012

Planeta Kalima (Capítulo XIV: Lost)


Vale, vale.....lo entiendo. Vale chaval te entiendo, no es culpa mia que hayas engordado.......ya se que la xerigrafía se cae al segundo lavado.....¿Qué?....¿Que ya solo se lee ALI A? Mira chaval, en cuanto vuelva de mis vacaciones arreglamos ese asunto, le damos otro planchazo y queda ese mono como nuevo, pero es que estoy en Santiago........ese Santiago no, el de Chile........pues haciendo un triatlón....bueno titán, nos vemos......chao. El menudo Markos se quedó mirando para el letrerito rojo de su iPhone que decía finalizar mientras pensaba que por culpa de la xerigrafía y por no restringir las llamadas el vacilón le saldría caro. Los calimeros querían estar de punta en blanco y eso incluía llamadas a suramérica si hacía falta. Acababa de terminar el triatón Rapa Nui y se disponía a tomarse unas merecidas vacaciones tras una temporada repleta de entrenos y casi tantas pruebas. Le debía más de una a su novia y debía pagárselo con unas semanitas en Australia....mmmmm, pensaba, de Melbourne a Perth en autocaravana y parando donde quisieran, nuestro menudo personaje se relamía solo de pensarlo. La parte chunga del asunto es que su novia llevaba dos días de viaje en el otro sentido, ella estaba en Singapur via Dubai y el iba en sentido contrario, tenía que tomar el vuelo 815 de Oceanic Airlines con destino Auckland, tenía preparado su smartphone con todas las aplicaciones posibles de la iTunes Store, incluido el gato que cuenta chistes y el cachorrito que habla con voz de falsete, este era su favorito y a todos sus clientes le enseñaba el smartphone que contaba chistes de Cándido con la voz de un timple. Ese perrito le tronchaba. Nada más subirse al avión se dispuso a relajarse y a intentar dormir, el jetlag le mataba, y eso que era chico go-go y sus noches en el Pachá le dejaban a pleno sol al terminar su jornada. Su otro trabajo de aparejador tampoco ayudaba, que si mediciones de noche para evitar el tráfico, que si patatín que si patatán. Era hiperactivo y debía dormir para no estar impertinente y pasar unas vacaciones como debe ser, con una sonrisa de oreja a oreja. Intentó dormir, comió, se levantó, estiró los isquios, hizo automasaje, leyó el último de Harry Potter de tres tiradas y se zampó la revista "Finisher majorero", sobre todo el artículo "Sobrepeso en pretemporada: La delgadez está sobrevalorada" firmado por Sito, colaborador habitual en la publicación. No conseguía dormir y se tomó un valium con sprite a ver si lograba. Al poco estaba tieso como una tea. Empezó a soñar que ganaba en Wanaka y que iba a Mercadona y todas las cajas estaban libres para el solito, luego se imaginó que era un Dios griego que se enrollaba con chicas mortales y mientras estaba ligándose a Emily Blunt sintió unas pequeñas sacudidas que pensó eran parte de los efectos especiales del sueño. Luego mucho ruido. Agua. Olas. Arena. Se encontraba en un amanecer en una playa de arena blanca como la espuma, cocoteros cargados y una brisa suave. Tardó un rato en darse cuenta que no era un sueño, había sido el único superviviente de un accidente aéreo, único porque no quedaba rastro de nadie, salvo la cola del avión que sobresalía del agua y unas cuantas maletas diseminadas por la arena, se puso a recoger todo lo que quedaba. Ropa, sujetadores, libros, barritas energéticas por un tubo (eran las suyas). geles y bebidas isotónicas que no eran suyas, eso era todo lo que quedaba. También tenía un casco con el que hablaba a diario para no volverse loco y al que llamó "Giro". Pasaron los días y tuvo que aprender a pescar con un palo afilado como lanza. Comía cangrejos, burgados y de postre una powerbar sabor banana. El agua la sacaba de los cocos y con el isostar le hacían sentir como en casa. Pronto empezó a pensar que nunca saldría de allí, pensó que si la montaña no va a mahoma....entonces se puso a fabricar una bicicleta con troncos y esparto. Sentía que debía entrenar. Nadaba en el pacífico sur y corría por la arena mojada que tiene más tracción, el gimnasio eran los cocos en lugar de mancuernas. Solo le faltaba la bici y tardó varios meses en acabarla. Entrenó a tope pero no era todo lo feliz que el quisiera, le faltaba algo. Pasaron los años y hasta aprendió a sacarse una muela con un tronchacadenas. No había dentistas. Harto de la situación cogió las pocas barritas que le quedaban y se fabricó una balsa con troncos, se llevó a Giro y a su iPhone que se había quedado sin batería tres horas después del accidente pero le tenía cariño al trasto y nunca lo soltaba. Esperó a los alisios y se echó a la mar, tras una tormenta perdió a Giro y a su móvil. Pensaba que todo estaba perdido hasta que la siguiente mañana se encontró en otra orilla de otra playa con un montón de gente alrededor, todos vestidos de neopreno y gafas de nadar. Pensaba que había muerto, vió el letrero del arco de meta: "Oi Toka Kiki Trathlon Festival 1,5k-40k-10k", salió corriendo con sus barbas y su pelo rasta y llegó a la altura de lo que parecía un juez porque tenía coleta y barba blanca con gafas de pasta, le quedaba un hilo de voz con el que pudo decir ¿Todavía puedo apuntarme?

domingo, 1 de enero de 2012

Año nuevo, las cosas de siempre



Empezar un año es una buena excusa, como cualquier otra, para escribir una entrada de este últimamente abandonado blog. Es buena cosa esta la de escribir (da igual la calidad del producto) parece que uno habla con uno mismo y además sin corrector ortográfico. Para empezar, el sobrepeso de todos los años, parece una constante universal como la velocidad de la luz (no me creo que Einstein se equivocara) o la constante de Planck, hechos que son inmutables pase lo que pase, haya o no haya crisis, entrenos, fiestas o ayunos. El sobrepeso, afortunadamente, está. Menos mal que es así porque sicológicamente es devastador el olerse que uno está en forma a tan tempranas fechas. Parte del arte de ponerse en forma para un evento deportivo señalado en rojo en el calendario consiste en manejar los tiempos y la psique, uno debe estar en forma y convencerse que lo está, y en enero uno no puede estar en forma aunque lo esté, quizá porque uno no puede estar como una moto todo el año o porque yo soy así, así que prefiero estar desfondado ahora y convencerme de estar mejor más adelante. Este invierno está siendo seco y sin viento, cosa mala mala porque recuerdo inviernos secos seguidos de primaveras ventosas y eso es malo malo para el premio gordo de la temporada del 19 de mayo, tampoco hace mucho frío o el aislante térmico adiposo está haciendo su trabajo. Los músculos bien gracias pero las medias en la bici son de pena, habrá que mejorar eso sea como sea, las medias de carrera a pie son aceptables y en el agua, en el agua lo mismo, creo que no llego al mínimo para aguas abiertas en Londres 2012. Pronto será el duatlón de La Santa, fecha apropiada para hacer vida social triatlética y comprobar lo poco que ha entrenado la gente este invierno, seguro que si va el presi no desentonaría. Que pasen un feliz año 2012 (y los que vienen detrás también).