"Se buscan hombres para un viaje peligroso. Sueldo bajo. Frío extremo. Largos meses de absoluta oscuridad. Peligro constante. No es seguro volver con vida. Honor y reconocimiento en caso de éxito".
(Ernest Shackleton en los periódicos británicos reclamando voluntarios para una expedición a la Antártida en 1914)

sábado, 8 de septiembre de 2012

Planeta Kalima (Capítulo XXII: Viva el rock)

El estruendo era digno de la fama del trasto, ese escape que parecía un trueno de esa Harley llegando al aparcamiento del estudio de grabaciones Abbey Road Fabelo Studio Recordings. Se bajó raudo mostrando sus botas vaqueras con espuelas de plata, su chupa de cuero sin camisa que ocultase su tableta de chocolate y sus gafas con doble cristal para según las condiciones de luz. Ni entró en la habitación de los controles y fue directo a la zona de grabación insonorizada donde le esperaban Jorge Abajos, Iván Fofonov y Brahim, los miembros del grupo de Rock más famoso de esta isla y parte de Fuerteventura llamado Blue Oyster Cult (originalmente se llamaban Los Pecos pero ese nombre ya estaba cogido y el mercado anglosajón estaba esperando).
Nuestros triatletas-rockeros casi se atropellan mutuamente para saludar al gran Tito Dickinson, productor musical de fama mundial que estaba de vacaciones en Costa Calma y accedió a producirles el disco a nuestros héroes de la canción. Tito no solo era el mejor productor, también trabajó un tiempo en el Ayuntamiento de Tuineje y como se lo pasó fenómeno en este municipio volvía de vez en cuando para saludar a los amigos. Era un divo de los pies a su cabellera engominada.
Jorge: Tito, no sabes como estamos agradecidos de que nos permitas grabar este tema contigo. (Todos asentían con una amplia sonrisa).
Tito.: Nada nada chicos, es un placer para mi, Tito Dickinson, "El Tito Dickinson". Les he traido un batería y un teclista de mi confianza para completar el grupo, no se ofendan, pero Teo y Johnny han perdido facultades desde que están en la cárcel.
Se colocaron en sus puestos todos, Jorge a la guitarra, Iván al bajo y Brahim al cencerro. Se me había escapado comentarles que Brahim era un simpático chico rubio de ojos azules más bajo que Iniesta (el futbolista) e igual de encantador, no sabía tocar ningún instrumento pero podía golpear cualquier cosa y hacer ruido, en esta ocasión un cencerro.
Tito fue tras el cristal y entonces el batería chocó sus baquetas una, dos...y empiezan a tocar el tema compuesto por Jorge e Iván (considerados los Lennon y McCartney majoreros) llamado (Don't fear) The Reaper, que con toda seguridad iba a ser oido más que la Macarena. Tras las primeras notas y empezar Brahim a darle al cencerro se le notaba en la cara de Jorge un rictus de incomodidad que fue creciendo hasta que interrumpió la grabación ¿Qué pasa chicos? Estaban haciéndolo bien, era una magnífica pista, dijo Tito saliendo de su cubil tras el cristal mientras Jorge seguía pensando que lo del cencerro no era una buena idea a pesar de venir de la mente del maestro del rock.
Uno, dos...vuelve a sonar el grupo como una máquina puesta a punto y empieza nuestro cencerrista a tronar por la habitación. Tras unos instantes de poner muecas de desagrado Jorge volvió a interrumpir la grabación.
T.: ¿Qué pasa Jorge? hemos estropeado dos magníficas pistas. Te noto tenso chaval, suéltate, libérate.
J.: Es que no me parece que el sonido sea el adecuado...no se.
T.: Es cierto, el sonido me parece soso, creo que necesitamos más cencerro. Brahim, chico, explora el espacio de la sala, modula el cencerro y expláyate, se tu mismo (Brahim sonrió, esas palabras de Tito eran como darle un bidón de gasolina a un pirómano).
Volvió Tito a su cuarto y comenzaron a grabar de nuevo, esta vez con mayor presencia del cencerro de Brahim, más que rock parecía una batucada de amanecida. Como era previsible de nuevo Jorge estalló y Tito tuvo que salir a poner paz en el estudio.
J.: Tito, creo que Brahim está siendo muy egoísta dándole mucho protagonismo a su instrumento.
T.: ¿Todos piensan así?
Iván: Creo que Jorge tiene razón, casi no se nota mi bajo ante semejante cencerro.
T.: Brahim, no tienes nada que decir muchacho? Habla criatura, que te apreciamos. Todos te queremos.
Brahim: Es cierto, creo que he sido muy egoista, pero lo he hecho por el bien del grupo, doy lo mejor de mi mismo y los chicos no se dan cuenta, estoy triste y me siento incomprendido.
T.: Saben una cosa colegas? Toda mi vida he sido un gran productor, y les prometo que cuando graben esta canción se venderán tantos discos que se pondrán calzoncillos de oro....Además, respecto al sonido les diré que ahora mismo lo que tengo es fiebre, tengo fiebre y el único remedio que me manda el doctor es más cencerro. Venga grabemos.
J.: Vamos todos......uno, dos.....
Empezaron a grabar, con cencerro incluido. El resultado del trabajo de esos artistas lo pueden oir pulsando a la derecha del blog o donde ustedes quieran.