No todos los días son días de fiesta

Así de sencillo, si las cosas no vienen bien dadas lo mejor es relajarse y disfrutar, esto es lo que me pasó esta mañana en el Duatlón de La Santa. No voy a desgranar las razones que creo hicieron que corriese lento y semiasfixiado o que subiese la cuestita hasta Soo con las piernas transmutadas de roble americano, simplemente las cosas no salieron como yo pensaba deberían haber salido. Por lo menos estar fuera de forma ahora me deja margen para estarlo más adelante, por ejemplo en mayo para el IM o eso espero al menos. Los calimeros me pasaron como si fuese una estatua y yo viéndolos pasar mientras silbaba para hacerme el loco. No obstante me divertí bastante, ya sabes don't worry be happy y es que para empezar estaba lloviznando cuando llegamos, luego paró el agua pero la pista estaba mojada así que la gente que se puso a rueda estaba marcada por las salpicaduras, todas menudencias cuando hay que buscar el lado positivo de las cosas, porque el circuito de bici era nuevo y me gustó bastante, buen firme, más seguro y amable que el anterior, además me reí a tope con la gente todo el día. La comidilla de todos los triatletas congregados era el bajonazo de triatlones para el 2009, habrá que ir a correr a Finlandia o a Madeira que está más cerca. Yo por mi parte voy a comer menos madalenas.