"Se buscan hombres para un viaje peligroso. Sueldo bajo. Frío extremo. Largos meses de absoluta oscuridad. Peligro constante. No es seguro volver con vida. Honor y reconocimiento en caso de éxito".
(Ernest Shackleton en los periódicos británicos reclamando voluntarios para una expedición a la Antártida en 1914)

lunes, 26 de julio de 2010

Triatlón de El médano: Allegro ma non troppo



Un triatlón sprint parece una sinfonía de Mozart, comienza con un movimiento rápido en la que se retrata todo lo que ocurrirá más tarde. Continúa con un andante o un adagio en el que el ritmo de las notas se ralentiza mucho, sigue un movimiento corto que dura poco, casi una transición que es como un baile (menuetto) y acaba a toda hostia con las notas atropellándose. Si me ha ido bien ese día me gusta el allegro vivace y si no se va tan rápido se le añade el ma non troppo (pero no tanto) si no han tenido el placer pongan la Nº 41 “Júpiter” y fliparán. El día fue no obstante espléndido ya que por la participación parecía un Volcano, salvo que había aún menos espacio para nadar y la placidez del agua no era precisamente la misma que la de la laguna de La Santa. Por el ambiente parecía un Ironman en miniatura, aunque el nivel de pulsaciones estuviera bastante más alto. Por la previa parecía el Club de La Comedia con un Karlos Arguiñano (Mr. Cándido) disparando chistes a un ritmo a más de 3 ch.p.m. (chistes por minuto). El tri de El Médano no defraudó una pizca. Pero voy a contarles mi carrera: Situados en la playa como anchoas en su cajita el panorama no pintaba nada apacible, me imaginaba que nadar suelto sería una quimera a no ser que te metieras debajo del Hotel que está sobre el agua o te fueras hasta la playa de al lado. Los chicos estaban con las energías listas para su uso porque todos estaban palmeando y gritando como la tropa de Leónidas antes de las Termópilas, ¡hu, hu, hu! A nadar, bueno, lo de nadar es un decir ya que no metí la cabeza en el agua hasta pasada la primera boya, es decir, 120 metros nadando como un golden retriever. En algún momento me coloqué por fuera de la muchedumbre y pude dedicarme a nadar que es para lo que había ido. Al salir del agua vi que la bici de mi vecino no estaba, el presi había nadado rápido, tipo fast ferry pero también reparé en queal salir de la playa estaba delante de bastante gente por lo que no estaba descontento. En la bici la ida era con viento de popa algo esquinada y la colaboración no era tan necesaria para avanzar posiciones, de todas maneras ayer ni Dios dio un relevo, era indignante ver que al llegar a la altura de alguna chica la gente se le ponía a rueda sin rubor alguno. Se ve que la contaminación atmosférica ha conseguido que los testículos de nuestro género no funcionen adecuadamente. Yo iba a mi rollo y mucho rato iba solo, he de decir que en un sprint a mi también me gusta chupar rueda como el que más pero no a costa de que el tiempo pase sesteando a cola de grupo sin dar un palazo, porque en la vuelta con viento en contra el chuparruedismo se convirtió en una religión. Será que mi mentalidad de larga distancia me ha tocado la fibra. La bici fue lo que peor hice y al bajarme de la burra empecé a correr al 95%, no tenía ninguna referencia para exprimirme, los de delante a más de un minuto y los de atrás igual y así todo me daba igual, no corría ni por un puesto ni por un tiempo pero me lo estaba pasando bien, había ambientazo y así daba gusto correr. Gran carrera de los calimeros y aún mayor diversión gracias a ellos, así da gusto hacer concentraciones, faltaban algunos puntales pero nada es perfecto.



3 comentarios:

Teófilo Sánchez dijo...

Buena carrera y sobre todo natación en cualquier caso. Para estar de vacaciones, no esta nada mal! jeje. Disfruta que aun te queda.
Saludos!

Iván dijo...

Bueno estoy igual que tú...ma non tropo ...se me fué el grupo bueno de bici en el giro final por no trincar los dientes 1 km y luego me sacaron 1:30 hasta la T2.
Discrepo contigo en la partitura de un sprint...se empieza a tope y se termina a tope...allegro, allegro, allegro

Pascual Velázquez dijo...

Lo bueno de mi carrera es que muy posiblemmente podia haberlo hecho mejor, durante un rato fui de paseo. Tuve un segundo movimiento de Adagio, sin embargo Ivan tuvo todo el rato "La danza de los sables" de la suite "Spartacus" de Kachaturian.