"Se buscan hombres para un viaje peligroso. Sueldo bajo. Frío extremo. Largos meses de absoluta oscuridad. Peligro constante. No es seguro volver con vida. Honor y reconocimiento en caso de éxito".
(Ernest Shackleton en los periódicos británicos reclamando voluntarios para una expedición a la Antártida en 1914)

miércoles, 2 de febrero de 2011

Balance a mitad de trayecto


Pues casi sin darme cuenta estoy en medio de la semana 15 del planing (o -15 según se mire) a mitad de camino de Puerto del Carmen el 21 de mayo. En el día en que decidí no ir a nadar (una sesión marcada como "opcional") porque entre este catarro que no termina de irse y el recuerdo gélido de la piscina me autoconvencí de que era mejor leer algún libro interesante de Murakami mientras me tomába una taza de un Earl Grey con leche, como haría cualquier vecino de Sommerset a estas horas mientras ve llover por la ventana, solo que yo veo palmeras dobladas por el viento norte.
Se puede decir que el balance es positivo, en cuanto a cumplimiento del planning estoy en un 102% tanto en la bici como en el carrera a pie. En el agua estoy en un honroso 91%, vale, no es del 100%, no he cumplido todo lo que me decía el papel. Pero es que este ha sido un año traumático, bastante me parece ese 91%, para empezar la piscina estuvo cerrada un mes y ha seguido sin calefacción. Se dice rápido, hay que probar esa agua para darse cuenta de la magnitud del asunto, solo rivaliza en gelidez la de Antigua, que ya es decir, una piscina que está en mitad de la pampa majorera. La temperatura del agua se está convirtiendo en un problema de esos que no te esperabas, incluso con neopreno a la hora de empezar empiezas a preguntarte si eso vale la pena, mala cosa esa de pensar que lo que te gusta no vale la pena. Hubo semanas que ni piscina ni mar ya que el Atlántico estaba endiablado. En resumen, me quiero convencer a mi mismo que todo va bien, y si no es así pues ¡Qué le vamos a hacer!¡A j***rse! Así que si alguna vez salgo delante del presi en el agua tendrá el doble de mérito. El que no se consuela es porque no quiere.
Y el sábado a Playa Blanca (LZ) a ver de qué va eso de hacer un olímpico la primera semana de febrero. Los calimeros al pie del cañón, como siempre obligan a uno a estar fino como una Gillette. Menos mal. Nos vemos.

1 comentario:

Toño dijo...

Nos vemos en Playa Blanca, aunque esta vez voy solo de espectador, y animador.