"Se buscan hombres para un viaje peligroso. Sueldo bajo. Frío extremo. Largos meses de absoluta oscuridad. Peligro constante. No es seguro volver con vida. Honor y reconocimiento en caso de éxito".
(Ernest Shackleton en los periódicos británicos reclamando voluntarios para una expedición a la Antártida en 1914)

domingo, 6 de febrero de 2011

Cuando pases, como con todas las cosas, hazlo bien


Bonito día en Playa Blanca que incluyó: Otro hito en mi camino hacia mayo, una demostración de nivelazo de los calimeros y una exhibición de Iván que hizo la mejor carrera que yo le recuerdo.
Tras llegar a los boxes, nos metimos en la autocaravana de Cándido y todo el mundo a comer espaguetis con tomate, yo me había llevado mi bocata sencillito, y es que el rarito horario de carrera no te dejaba ni desayunar ni almorzar como debe ser, lo bueno es que la solajera no permitiría que hubiera frío. Tras ver la salida de los del medio Enduroman, con nuestro Agustín entre los poquitos competidores nos dedicamos a analizar la primera transición con ojos de detective: La transición era terriblemente larga y de suelo típico de paseo marítimo, es decir, malo para correr descalzo, había piedritas suficientes para maldecir la maniobra. Acercándose la hora me fui a cambiar en una tienda puesta al efecto, me entrevistaron para la tele autonómica como a cualquier estrella, pero luego pusieron solo el 20% de la entrevista. De vuelta al tajo y tras revisar veinte veces lo que dejaba en la bici me di cuenta que no había puesto los calcetines en las zapatillas, mal asunto, eso hubiese significado ampollas con toda seguridad, tocaba revisar más veces entonces porque a mayor distancia mayor es la importancia de cada detalle y un olímpico ya son dos horas y pico dale que te pego, así que había que afinar. Me fui al agua y la salida era dentro del agua, me gustaba esto, en una zodiac estaba Bienve que me hizo una foto y me estrechó la mano, el mar estaba bastante picadito con el indeseable tiempo del este, allí que siempre estaba calmado, hoy tocaba olitas coñazo. El agua estaba cristalina y en el fondo se veían pececitos, pejeverdes a tope y alguna vieja, piedras enormes y de repente arena con sus dunitas submarinas, un espectáculo vaya, me sentía como Jacques Cousteau. Nos juntamos para la salida y no oí nada pero alguien dijo vaaaamosss y todo el mundo le siguió, pues venga, a nadar, empecé a ritmo bueno y seguí así, me sentía bien, tragué un buchito de suero salino pero no lo suficiente para desconcentrarme, tras unos metros me vi entre Raúl, El quillo y Jorge, estábamos nadando en familia, creía que estaba nadando decentemente y así lo hice, salí junto a Raúl y no muy lejos de los otros calimeros, de Iván mejor ni hablar que ya nada entre la élite. T1 de pena y en la bici a remar que quedaba hora y pico sobre la cabra, menos mal que el viento tocaba casi siempre a favor. Iba al 80% y me cogió "El quillo" pero no se me fue, Me cogió Sito y tampoco se fue hasta el kilómetro 30, estaba el chico fijo mirando para atrás y pensaba que tenía aprensión a que lo cogiesen. Todos los majoreros estaban bastante cerca pero las posiciones se mantenían. Dejé a Juan Antonio pero tampoco lo despegué lo suficiente para tranquilizarme, no tuve una bici muy espectacular pero es lo que hay a estas alturas de la temporada y el catarro reciente me serviría de coartada ante un tribunal, lo mejor es que cogí al zorritus pero casi al final, mal rollo. La T2 fue mejor y a correr se ha dicho, me sentía bien y corrí todo lo que pude sabiendo que Juan Antonio es buen corredor, cuando llevaba unos trescientos metros me veo a Iván de frente ¡No puede ser! pensé, me llevaba la minutada mi ex-archienemigo, "ex" porque para ser archienemigo debe sacarme menos de 5 minutos en un olímpico y así poder remontarle. Nada que hacer quedaba, el zorritus se vengó y me pasó pero no se fue muy lejos, el sábado fue el día de pasar a alguien y no irse muy lejos, es lo que tiene estar picado, es como cuando dos personas discuten y las dos siempre quieren decir la última palabra, al final se terminan acabando los argumentos y una de las dos suelta para rematar el ¡Y tú más!. Llegada la última vuelta corría al 110% y conseguí acercarme a los 4 minutos por km, la carrera fue lo mejor y la bici lo peor, así acaba el balance. Impresionado quedé del nivelazo de los calimeros, sobre todo de los que nunca entrenan y se salen. Son adorables.

1 comentario:

Teófilo Sánchez dijo...

Muy buena carrera, a pesar de que no lo parezca con el pedazo de nivel Calimero que hay este año...Quien no corre, vola! Tu momento llegara.. Saludos!