"Se buscan hombres para un viaje peligroso. Sueldo bajo. Frío extremo. Largos meses de absoluta oscuridad. Peligro constante. No es seguro volver con vida. Honor y reconocimiento en caso de éxito".
(Ernest Shackleton en los periódicos británicos reclamando voluntarios para una expedición a la Antártida en 1914)

domingo, 10 de abril de 2011

Si pestañeas estas perdido


Voy a tener, seguro, pesadillas con esa carita de Raúl con esa media sonrisa como la de La Gioconda, es que por más que le daba pedal a la Colnago no lograba enganchar con el grupo de adelante. Ese grupo, además de compañía amena supondría ponerse, aunque sea un ratito, a rueda de uno de esos armarios que te quitan el viento en pleno. Raúl (el realejero) siempre estaba delante, manía que tiene el chico, y siempre me sonreía o eso creo porque también podría haber sido un rictus de sufrimiento, una de esas muecas que no sabes si llora o rie. Pero empecemos por el principio. El día prometía, ni gota de viento, mar en calma, temperatura ideal, buena compañía, entorno espectacular ¿Qué más se podía pedir? Lo primero que pensé al sonar la bocina fue "Pascual, a nadar desde que ya no puedas encallar porque las piedras están acechando" me hice caso y empecé a nadar cuando a mi vecino le llegaba el agua por el tobillo, creo que era Raúl (el omnipresente) porque estuve con él toda la natación, o eso creo, porque mientras nadaba me hacían cosquillas en la planta de los pies y no le he dado esas confianzas a mucha gente. La verdad es que empecé bien, seguí bien y acabé igual, por una vez me sentí a gusto nadando y siempre vigilando el rolido, el ángulo de ataque de la palma de la mano, el codo alto y todo eso (A base de ver videos de Popov en Youtube uno va aprendiendo). Calculo que había casi 1000 metritos de agua, eso me lo decía mi GPS interno, pero daba igual, estaba como unas castañuelas. Salí del agua y otra vez la zapatilla izquierda se puso rebelde, esta vez porque el elástico estaba ya roto cuando mis deditos buscaban el agujero y más que agujero encontraron las Keo. En esas veo pasar al pesado de Raúl y pensé "Ya lo cogeré" terrible error que recordé toda la carrera en cada vuelta por duplicado. Estuve solo mucho rato y eso lo pagué en la carrera a pie, pero this is it. Estaba bien de sensaciones y al bajarme de la bici me costó coger el ritmo, me pasó Sito como un monopatín en una bajada y logré alcanzar a Mateo. Antes de darme cuenta se había bajado el telón, esto es lo que tiene un triatlón sprint, cuando te pones a tono te echan de la sala. Los 1000 puntos del ranking se los llevó Iván que hizo su discurso habitual, salir del agua primero y el resto ya se lo saben. Debo resaltar que Cándido inauguró otra estrategia de ataque sicológico y ha encontrado un filón, me recordó varias veces el lugar que ocupa en la tabla el C.D. Tenerife ¡Lo que me espera!

1 comentario:

Teófilo Sánchez dijo...

Buena carrera..! Pero te hubiera cuadrado mejor si hubieras tenido mejores acompañantes sobre todo en la bici.. Buen resultado! Tu, a todo lo que se presente, no pierdas constumbres! jeje.