Como cualquier día en Roth

El de hoy me recordó al de hace casi dos años en Roth, lluvia fina todo el rato y temperatura fresquita. El tiempo ha sido protagonista esta semana, mal asunto si de respetar el planning se trata porque no hay forma de cumplir los planes si un día llueve, otro hay alerta naranja y el remate fue el jueves en que tuve que dejar la salida por la mitad porque por la cuesta de Catalina García estaba más preocupado de mantenerme sano sobre la bici que de cualquier otra cosa. Esa misma mañana fui testigo de como un grupo de ciclistas foráneos decidieron poner el pie en el suelo y pasar de seguir jugándosela. Hoy tocó mojarme aunque prefiero mil veces eso que un viento lateral racheado de más de 60 km/h. No obstante no estoy preocupado, salvé los muebles de la semana y siempre queda el consuelo de que una semana al año siempre ocurre esto. Todavía quedan tres meses para el 22 de mayo y tiempo de hacer kilómetros queda por un tubo. Otra cosa que invita al optimismo es que ya se puede nadar en Las Playitas con menos de seis por calle porque se ha aligerado la presión demográfica en la charca, ya se puede nadar con más libertad, al menos hay huecos, no como la semana pasada que había hostias para bracear un poco. La carrera a pie, como siempre, mi ciudad deportiva estará secándose una semana y por eso tocará asfalto, chungo para las rodillas pero buena aclimatación para la avenida de Puerto del Carmen. El que no se consuela es porque no quiere.