Como era previsible, estaba despierto dos horas antes de que mi móvil sonara su alarma (no es cualquier alarma, es el intermezzo de L'Arlesienne), tenía las bolsas listas y llegué al pueblo vecino donde estaban los inmaculados boxes. La organización brilló, más aun si tenemos en cuenta que eran primerizos aquí. Nos fuimos a la playa y todo era buen rollo, nos colocamos al borde del mar y todos a chapotear, empecé muy rápido, tanto que pensé que era hora de regular que eso no era un sprint, al poco me veo la cara de Raul (el realejero) a dos palmos de la mia (pensé que era un Déjà vu de lo de Corralejo), mantuve un buen ritmo y al salir del agua estábamos Sito, el susodicho realejero y yo juntos en una baldosa, la transición comenzaba a 180 ppm y llegado a la tienda tras coger la bolsa roja no atinaba con el casco, ni con los calcetines, ni con los guantes. Fue la peor transición en años, no daba crédito a la minutada derrochada allí, creo que hasta pensé demasiado en eso y no caí en que debia regular en la bici porque estaba disparado de pulsaciones y las piernas estaban yertas, para rematarme estaban los PBB (Rulo y Pacote) que en Juan Gopar me alcanzaron con una alegría juvenil apabullante, me cogió al poco Jorge Kinder. El día prometía emociones fuertes porque yo sufría para mantener un ritmo que mis colegas llevaban con soltura. Llueve en La Calabaza y mis piernas amagan con rebelarse, yo me dije que parecía mentira, que me preocupase por una crisis que pensaba era pasajera (Bueno, hay crisis económicas que duran décadas). Se presenta la rampita de Las Hermosas y la paso dignamente, bajo cómodo y al subir por Chilegua los PBB se van sin que pueda decir ni pio. A regular se ha dicho, había que hacer un inventario de pérdidas y planear un repliegue de efectivos, pensaba que tenía que poner orden ante tanto bochinche. Jorg se había rezagado y cogí a Dennis que estaba sufriendo su ración de Chilegua, a partir de aquí la soledad hasta Ajuy, pero antes tuve que hacer recuento del chorro de calimeros que me estaban metiendo una paliza en toda regla, Iván R. primero con una ventaja de al menos doce minutos, tras él la cohorte de pretorianos del norte, Jorge, Raúl y Sito además de los PBB que estaban como motos. En los momentos buenos recuperaba y cogía ritmo que era difícil con el perfil endiablado, me fui sintiendo mejor a medida que se caían los kilómetros, me alcanzó Iván B. y luego cogimos a Mateo, al que se veía que no era su día. Parecía una carrera de F1 después del cambio de neumáticos. Llegué a la T2 con ganas de revancha y recuperar el terreno perdido, empecé bien y mejoré hasta conseguir reducir la ventaja con Rulo a unos 50 metritos, y entonces el cuerpo dijo que nanai y me regaló un flatazo que me descolgó de nuevo. Otra vez a regular hasta llegar a meta. Todo el mundo tras la carrera estaba destrozado. Había valido la pena levantarse esta mañana para correr con los colegas ¡Y segundos por equipos! ¿Cuando se puede apuntar uno para el 2012?
(Ernest Shackleton en los periódicos británicos reclamando voluntarios para una expedición a la Antártida en 1914)
sábado, 30 de abril de 2011
El infierno majorero ha nacido el día que el Club Calima quedó segundo mejor club de Canarias en larga distancia
Como era previsible, estaba despierto dos horas antes de que mi móvil sonara su alarma (no es cualquier alarma, es el intermezzo de L'Arlesienne), tenía las bolsas listas y llegué al pueblo vecino donde estaban los inmaculados boxes. La organización brilló, más aun si tenemos en cuenta que eran primerizos aquí. Nos fuimos a la playa y todo era buen rollo, nos colocamos al borde del mar y todos a chapotear, empecé muy rápido, tanto que pensé que era hora de regular que eso no era un sprint, al poco me veo la cara de Raul (el realejero) a dos palmos de la mia (pensé que era un Déjà vu de lo de Corralejo), mantuve un buen ritmo y al salir del agua estábamos Sito, el susodicho realejero y yo juntos en una baldosa, la transición comenzaba a 180 ppm y llegado a la tienda tras coger la bolsa roja no atinaba con el casco, ni con los calcetines, ni con los guantes. Fue la peor transición en años, no daba crédito a la minutada derrochada allí, creo que hasta pensé demasiado en eso y no caí en que debia regular en la bici porque estaba disparado de pulsaciones y las piernas estaban yertas, para rematarme estaban los PBB (Rulo y Pacote) que en Juan Gopar me alcanzaron con una alegría juvenil apabullante, me cogió al poco Jorge Kinder. El día prometía emociones fuertes porque yo sufría para mantener un ritmo que mis colegas llevaban con soltura. Llueve en La Calabaza y mis piernas amagan con rebelarse, yo me dije que parecía mentira, que me preocupase por una crisis que pensaba era pasajera (Bueno, hay crisis económicas que duran décadas). Se presenta la rampita de Las Hermosas y la paso dignamente, bajo cómodo y al subir por Chilegua los PBB se van sin que pueda decir ni pio. A regular se ha dicho, había que hacer un inventario de pérdidas y planear un repliegue de efectivos, pensaba que tenía que poner orden ante tanto bochinche. Jorg se había rezagado y cogí a Dennis que estaba sufriendo su ración de Chilegua, a partir de aquí la soledad hasta Ajuy, pero antes tuve que hacer recuento del chorro de calimeros que me estaban metiendo una paliza en toda regla, Iván R. primero con una ventaja de al menos doce minutos, tras él la cohorte de pretorianos del norte, Jorge, Raúl y Sito además de los PBB que estaban como motos. En los momentos buenos recuperaba y cogía ritmo que era difícil con el perfil endiablado, me fui sintiendo mejor a medida que se caían los kilómetros, me alcanzó Iván B. y luego cogimos a Mateo, al que se veía que no era su día. Parecía una carrera de F1 después del cambio de neumáticos. Llegué a la T2 con ganas de revancha y recuperar el terreno perdido, empecé bien y mejoré hasta conseguir reducir la ventaja con Rulo a unos 50 metritos, y entonces el cuerpo dijo que nanai y me regaló un flatazo que me descolgó de nuevo. Otra vez a regular hasta llegar a meta. Todo el mundo tras la carrera estaba destrozado. Había valido la pena levantarse esta mañana para correr con los colegas ¡Y segundos por equipos! ¿Cuando se puede apuntar uno para el 2012?
domingo, 24 de abril de 2011
Hay gente para todo
sábado, 23 de abril de 2011
Tapering 2011 o como descansar con el corazón en el cuello
Pues si, ya he pasado las cumbres máximas de volumen de entrenamiento, estas semanas que quedan ya no tendré más jornadas extremas, eso no quiere decir que lo que queda hasta el 21 de mayo sea una chuminada, no obstante sicológicamente se agradece saber que la matraca ya no irá a más. Aunque todo tiene un pero, este año el tapering estará trufado de minas antipersonas tipo medio Challenge o el Volcano, lo que debería ser un tránsito plácido hasta el IM se ha convertido este año en un campo de batalla digno del que hubo en Iwo Jima en 1945. Imposible la tregua, los japoneses no iban a rendirse así como así y vendieron cara su derrota, tanto que hicieron dudar a los americanos de si valía la pena tanta calamidad. Salvando las diferencias, descansar el día 30 es una fantasía delirante, con los calimeros a pecho descubierto, una cinta en el pelo con el logo del club lanzándose a por tu cuello con una katana sin miedo a nada. El que quiera descansar ese día que se quede viendo algún partido de tenis en teledeporte. Intentaré que las pérdidas no sean graves una semana después en el Volcano, pero es más un deseo que una certeza porque esos 1000 puntos del ranking en juego harán de algunos chicos del club auténticos kamikazes, no se olviden que después de la sangría de Iwo Jima vino la matanza de Okinawa. Nada que hacer, este tapering será cualquier cosa menos un tapering decente, será más bien un hardering.
domingo, 17 de abril de 2011
Un paseo por lo auténtico
domingo, 10 de abril de 2011
Si pestañeas estas perdido
viernes, 8 de abril de 2011
Cita el domingo
En otro orden de cosas hoy me enteré que el recorrido de bici del medio Challenge no será el que sale en la web sino que les ha dado por retorcerlo un poco. Ya era duro y lo han pasado por el microondas sin ponerle agua, lo típico como los organizadores no suelen correr dibujan en un papel las bike course sin parar a pensar que hay humanos que van a rodar por ahí. Pues el recorrido se va para el sur y se mete en la Fuerteventura profunda, por sitios que muchos majoreros no conocen y por asfalto en que las ruedas de la tribu del norte no han dejado huella. El Tourmalet majorero vamos a subir (La subida de Cardón hasta la carretera de La Pared-Pájara) que no tiene que envidiarle nada a Femés en el Ocean Lava, si es que quieren hacer las pruebas bestiales, nada de mediocridades. Cuanto más bestia mejor. Pues habrá que pedalear y plantearse si vale la pena llevar la cabra para rodar con viento a favor los últimos 17 km a cambio de subir-bajar-subir-bajar la tira de veces con una bici no diseñada para eso. That's the question.
domingo, 3 de abril de 2011
Heisemberg
Werner para los amigos, recordado por su apellido como lo son todos los ganadores de un nobel de física, postuló un principio llamado "de incertidumbre" que escrito en lenguaje matemático se expresa así:
Principio que movió los cimientos de la física ¡Y de la filosofía! y que traducido al lenguaje coloquial viene a decir que hay cosas que jamás podremos saber con absoluta certeza, ni Diós según Einstein. No es broma, el ser humano tiende a pensar que es cuestión de tiempo llegar a saberlo todo, bueno, eso es lo que se pensaba hasta que llegó Heisemberg ¿Qué diantres tiene que ver esto con el triatlón? Pues sencillamente que entrenar es un arte basada en el artesanal ensayo y error. Lo peor es que los ensayos son irrepetibles, intransferibles y donde las variables a estudiar dependen del tiempo el mismo sujeto y sobre todo condicionados por el "factor humano" todo un caos de variables.
Piensen que para considerar ciencia cualquier menester, debe seguirse un método científico y me estremezco al pensar los márgenes de error de tal tarea. Este problema no es privativo del entrenamiento de los triatletas, ocurre en la economía por ejemplo, ciencia inexacta donde las haya y si no piensen que las superempresas de rating, las que se suponen lo saben todo en estos chanchullos como son Moody's y Standard & Poors decían que el fallecido banco Lehman Brothers era el ejemplo a seguir, todos sabemos como acabó el cadáver. Acotemos la discusión y pensemos en los márgenes, en los extremos: No entrenar nada o entrenar todo el tiempo que no se duerma, evidentemente el resultado óptimo está lejos de ambos puntos, además están las diferentes combinaciones intensidad-volumen (el mix). Pregunten a todos los triatletas y verán que nadie entrena igual, además el sujeto a estudiar (el triatleta) no es el mismo a lo largo del tiempo, lo que desvirtúa el hecho de dejar todo igual menos una sola variable a modificar. Habría que estudiar a parejas de gemelos, uno sería de control, pero los humanos no somos ratones blancos, influye el estado de ánimo ¿O no es así? Esto de entrenar no es una reacción estudiada en un laboratorio donde los errores se pueden acotar y conocer "casi" totalmente, es tranquilizador saber que uno en realidad no sabe nada absolutamente cierto y que todos sabemos algo que es verdad pero no del todo.