"Se buscan hombres para un viaje peligroso. Sueldo bajo. Frío extremo. Largos meses de absoluta oscuridad. Peligro constante. No es seguro volver con vida. Honor y reconocimiento en caso de éxito".
(Ernest Shackleton en los periódicos británicos reclamando voluntarios para una expedición a la Antártida en 1914)

miércoles, 23 de enero de 2013

Planeta Kalma (Capítulo XXIII: Si te ofrecen algo muy bueno...)

El sonido de la puerta al cerrarse tras el no era un sonido cualquiera, era la diferencia entre hacer lo que uno quiera o lo que le mandasen. Estaba inquieto, algo sorprendente en un hombre con su legendaria sangre fría, casi que estaba cabreado consigo mismo por sentir inquietud por algo, sea lo que fuese. un funcionario sonriente a pesar de los recortes le hizo una seña y le siguió hasta una sala en cuya puerta había un enorme letrero con la leyenda "Por favor, no hablen del mundo exterior con los reclusos" en la sala había unas cabinas parecidas a los locutorios en que también se hacen transferencias al extranjero por una módica comisión. Se sentó en una butaca bastante incómoda y no tardo en ver al otro lado del cristal a Johnny el calimero en prisión de forma injusta según palabras de su boca, estaba flaco, el pelo largo y desordenado, barba de tres días y las piernas sin depilar, este último detalle le desagradaba especialmente ya que una de las rutinas favoritas de Tito era darse el láser en todo el cuerpo. Se sentó Johnny y tras un instante de perplejidad soltó ¿Y tu quien eres? -mi nombre es Dickinson, Tito Dickinson, respondió nuestro productor- la conversación continuó de esta guisa:
Tito: Tu no me conoces pero yo a ti si. Estoy aquí porque puede que tengas algo que yo quiero.
Johnny: ¿Y que puedo tener yo aquí que no puedas tener tu fuera?
T.: Mira chaval yo soy productor musical, de éxito contrastado, con mucho dinero (estas palabras sobraban pero su chulería no conocía límites), tengo todo lo que yo quiero y puedo hacer que tu seas un poco más feliz a partir de hoy.
J.: mira tío, si quieres algo mío te voy a advertir que me van las tías, si me dejan los entrenos.
T.: No, no te confundas, estoy aquí porque estoy buscando una nueva voz para introducirla en el mundo de la canción y forrarnos vendiendo discos.
J.: ¿No hay cantantes suficientes allá afuera?
T.: Cierto, tengo contratados a gente como a Bruno Mars, David Ghetta y Pepe Benavente, pero ellos no me preocupan, van viento en popa, me preocupan los Blue Oyster Cult.
J.: ¿Blue Oyster Cult? ¿Quienes son?
Tito pensó en ese momento que la ignorancia es tan difícil de ocultar como la pobreza.
T.: Son una banda de rock formada por Jorge, Iván y Brahim. Jorge es el cantante, Iván el bajista y Brahim toca el cencerro....¿De verdad no los conoces? Fueron a Eurovisión en el 98 y quedaron en el puesto 37, nada mal por cierto....pero no vengo a darte lecciones de historia, sino a proponerte que cantes para ese grupo.
J.: ¿No acabas de decirme que Jorge es el cantante?
Tito empezaba a impacientarse, nunca le gusto dar explicaciones a nadie y menos a un presidiario que supuestamente cantaba bien pero que tenía una enorme pinta de matao.
T.: Esto que te voy a decir que quede entre nos, resulta que....resulta que el Jorge siempre ha sido un gran cantante, en todas sus galas daba el do de pecho y llegaba muy alto. Es un tenor que casi podría ser belcantista pero como todo en la vida...como todo en la vida tiene una fase de crecimiento y tras estar en la cumbre viene una época de decadencia. Todavía canta muy bien pero me han dicho que tu eres  un contratenor que llega tan alto como una tía, y te quiero para esa banda. Mira, tengo un montón de canciones para ofrecerte, compuestas por Quincy Jones y por Iván Rodríguez (Tito sacó un papel arrugado y lo pegó al cristal)
J.: Dos litros de leche....cuatro geles sabor tropical.....Arginina con sabor a lima/limón.....
T.: No, esta no es, esta es la lista de la compra, es esta otra...mira, están temazos de primer nivel: Mi madre no me deja salir contigo, Hoy no tengo flow y ésta que será un bombazo: Ya no me quieres porque me dices que no entrenas y has bajado unos kilos.
Tito miraba la lista y se le escapaban suspiros.
J.: ¿Y ese Jorge va a aceptar de buen grado que le haga competencia en su banda?...mira tío yo no quiero follones, a mi me gusta llevarme bien con todo el mundo, yo solo quiero correr y correr sin control....mira tío, he perdido a mis amigos de tanto correr....y de las tías mejor ni hablar.
T.: Pero bueno...¿No eres tu ese que canta de forma sublime cuando tienes flow? A Jorge le vendrá bien un poco de competencia en la banda y tu eres un buen candidato, no puedo dejar que mi grupo se duerma en los laureles y venga otra banda y me quite el número uno de los cuarenta principales.
Además soy Dickinson....¿O crees que con esta pinta te voy a engañar?
El funcionario de guardia le hizo señas a Tito de que el tiempo se había agotado, Dickinson juntó las dos manos como haciendo una plegaria pero el guardia le miró de forma disuasiva. Tito no insistió a sabiendas de que si se lo hubiese propuesto conseguiría quedarse el tiempo que quisiese, nada se le resistía pero en realidad quería irse de allí.
Bueno Johnny -apoyando la palma de la mano en el cristal- ojalá salgas pronto de este agujero, la banda te necesita.
J.: Pues dile de mi parte a Brahim que ya no me viene a visitar, a ver si se digna.
T.: Chao Johnny....por cierto, el sábado a las 8:30, no?