Es en esta magnífica novela de Lampedusa (y en la peli de Visconti) donde sale la famosísima frase que forma parte del decálogo perfecto de todo hombre pragmático: «Algo debe cambiar para que todo siga igual». Ni más ni menos, aplicando al triatlón la frase original que salía de un cínico gobernante que quería capear la crisis manteniéndose en el poder, diríamos que la semana antes de una competición hay que aflojar algo el volumen, pero no tanto, aflojar la intensidad, pero no tanto, guardar fuerzas para el Volcano, pero no tanto porque el IM es dentro de tres semanas. Encaje de bolillos.
Por un lado casi que me da igual lo que pase el sábado ya que solo quiero llegar en estado óptimo al IM. Pero por otra parte, de pensar que correrá el Zorritus me hierve la sangre ya que está como en estado de gracia, como el Barça de Guardiola. Fíjense que si no lo llegan a descalificar en Teguise hubiera quedado, con un 99% de posibilidades en el podium de la general, me lo dijo Luis que también fue descalificado, que también se lamentaba de los sucedido. Así que el Sr. Z me motiva para olvidarme, aunque sea por un día, del IM.