De vuelta a casa, de vuelta a la rutina veraniega, dulce rutina veraniega, levantarse sin la ayuda del despertador, desayunar, echar un vistazo a algún periódico y leer los emails y de postre entrenar sin pasarse, sin llegar a cansarse ni pasar de 150 ppm. Pocas cosas hay tan placenteras como la rutinilla estival. Se trata de mantener la forma física y no subir la aguja de la balanza para acabar la temporada lo mejor posible sin quemarse para luego descansar bien y empezar con ganas en noviembre. La lista de inscripción para Lanzarote 2009 se va llenando más rapidamente que los años anteriores a estas fechas. El que no se haya llenado ya es un índice de su dureza, porque no me imagino otro factor disuasorio para que no se llene en dos horas. Habrá que poner el plato de 38.
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