porque mejor es imposible, temperaturas ideales, poco o nada de viento, horas de sol de sobra para salir con la cabra, hasta siesta me da tiempo de hacer. Los horarios son tan laxos que casi nunca coincido con nadie en la carretera y solo he visto al León un par de veces. Mira que es difícil no ver entrenando al fundador de la escuela leónica de entrenamiento extensivo en el que bajar de las 25 h de entreno semanal es propio de blandengues. Además la cabeza está a tope pensando en el reencuentro con el trabajo y todas esas cosillas del curro que te distraen mogollón. Se agradece cambiar de rutina mental, ya se sabe, no sólo de pan vive el hombre. Hasta Iván se cogió una semana de vacaciones, se ve que no quiere llegar quemado al duatlón de La Santa. El León mientras se recupera de su rodilla, estresada estuvo su articulación de tanta lucha con otros leones alfa por la supremacía dentro del clan, ahora se lame las heridas para retornar en el 2010 al rugido puro y duro. Las noches previas al IM de Lanzarote tendré que irme a algún hotel de Playa Blanca para poder dormir sin oir los rugidos. Además les digo que también funciona muy bien lo de tomarse una valeriana doble antes de acostarte.
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