"No por esperada la primavera deja de ser hermosa" es la versión romántica de esta otra "No por temida la fase naranja deja de ser menos machacante" Si, así es, desde hace ya unas semanas mi hoja de cálculo tiene las celdas de horas de entreno global con fondo naranja holandés, y a punto de pasar al carmesí cardenalicio. Debí haber nacido dentro de 500 millones de años y no ahora, mis motivos son que dentro de quinientos millones de años el día será más largo, pues si, en la época en que reinaban los dinosaurios y en que no existía nada parecido al ser humano, en esa época en que nuestros antecesores eran algo similares a unos hurones (y algunos siguen siéndolo) y por supuesto en la que tampoco existía el triatlón el día duraba veintitrés horas, es decir, los días eran más cortos, esta ralentización del movimiento de rotación terrestre se debe al rozamiento de la atmósfera y las corrientes marinas. Si siguiese así en unos millones de décadas el día duraría unas horas más, lo que me permitiría dedicar algo de ese valioso tiempo a la vida en general.
En lo que a la competición se refiere el carrusel de pruebas de esta primavera está pronto a empezar con el Lighthouse Classic, no se por qué le llaman "Classic" si este es su primer año pero le queda bien. Pues eso, desde el día 3 de marzo y casi cada dos semanas este que les escribe entrará en fase anaeróbica a tutiplén para recuperarme y volver a las andadas. Si es que sufrir es malo pero crea adicción. Nos vemos y por último les recomiendo que vean la serie Boardwalk Empire, acaba de terminar la segunda temporada y aún no me he recuperado tras ver el capítulo final.