El mes clave, abril es como calcular la frenada en los coches de esa famosísima escena de "Rebelde sin causa" con James Dean al volante y Natalie Wood dando la salida a la funesta carrera, si no llegas pierdes y si te pasas estás acabado. Ni más ni menos, hay que medir bien porque no se puede llagar muy verde ni muy pocho. No siempre se puede estar al 100% una verdad como la catedral de Burgos, ese es un consuelo recurrente cuando las cosas van mal, o mejor dicho no tan bien. No se crean que estoy poniendo las típicas excusas de los que no ganan, primero porque yo he ganado muy pocas veces y segundo porque como mi primer objetivo en una prueba es ser finisher y después viene lo demás (entre ellas que no me coja Cándido) no voy ahora a dármelas de ser un Mourinho de esos que la culpa de que las cosas le vayan mal es del resto del universo. Pues ahí va, en marzo he tenido principio de bronquitis seca (si es que existe), contractura en el gemelo derecho y para rematar la rodilla izquierda me tuvo parado tres días de inactividad total y una semana de ritmos y volúmenes deprimentes, que hacían pensar que era realmente mejor estar parado leyendo una buena novela. Me decía un amigo que esto mi iba a venir bien, que un descanso obligado es como un reset y un anti-síndrome "burnout". La rodilla parece que va a menos pero lo irremediable de todo es que es la primera vez que no me presento a un tri en que estoy inscrito y para más inri el de Corralejo. Ley de Murphy número 33. Relativizar es la clave, hay cosas en la vida más importante que esto ¿O no?
Lo peor que hay es leer un lastimoso artículo en un blog, así que para terminar diré que los calimeros van a tener que correr mucho y sudar la gota gorda para cogerme porque no me voy a dejar.
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