Subiendo el Tourmalet

Es lo que siento estas últimas semanas viendo la gráfica de volúmenes de entrenamiento para Roth. La pendiente no para de aumentar. Envidio a los que van al IM Lanzarote porque en menos de dos semanas habrán finalizado su espera, habrán cumplido su sueño y podrán tener un lujo asiático: despertarse los fines de semana más allá de las nueve de la mañana (si les apetece, claro). Para colmo, en el último mes he entrenado más solo que la una, sin Iván ni el León, sin Salvi ni Luis, sin David ni los norteños, entrenar es duro pero no queda otralo que me viene de perlas porque más dura no se puede hacer la preparación, así aguantaré lo que me echen (se supone, claro). Para empeorar la situación no hay piscinas a 50 km a la redonda, las piscinas de Las Playitas y la de Antigua están cerradas por diferentes motivos, así que la solución es única y sencilla: El Atlántico, que lo tengo a 100 m y que cualquier día Iván lo bautiza Océano Pascual Velázquez.