El primer síntoma, nada agradable para mi, por el momento, es que estos días me levanto más temprano para entrenar que para trabajar. Otro es que te empiezas a comer el tarro con que si es normal lo que haces. Ya me he dado cuenta que cuando el entreno pasa de cuatro horas y estás solo la idea te sobrevuela el coco y entonces tienes que darte explicaciones a ti mismo, una vez deshecho el auto-entuerto se sigue a otra cosa mariposa. Por ejemplo el León se está dando cuenta que otras cosas le llenan tanto o más que el entrenar como un pro, cuestión digna de respeto. Estos días pasados el hecho ver la palmera doblada por el viento me ponía a prueba, justo colocado en mis límites de autodisciplina para lograr salir a entrenar. Es como el umbral anaeróbico que se sube con el entrenamiento sin más y se puede mejorar, claro que con un buen entrenamiento y luego está tu propio umbral de resistencia sicológica que depende de muchísimas variables sentimentales-laborales-metereológicas-etc. En resumen, el Ironman se pasa estos días, es como el largo y laborioso proceso de cría del cerdo, luego en un plisplas lo matas y te lo comes con tu familia en un asadero que dura solo un rato. Mi cerdo ya no es lechón y está en plena fase de engorde. Tengo un hambre de mil rayos y el asadero es el 22 de mayo.
3 comentarios:
Perdón pero lo del 22 no es un cerdo...¡¡¡es un COCHINO!!! y si no entrenas lo que debes, es un MORLACO y ...a ver como te comes uno de esos,...
Venga, venga, menos dudas y más voluntad, a ver si te crees que vas a fardar de bajar de 12 horas en Lanzarote así como así...
Ya estamos todos dandole vueltas a la cabeza, y quedan casi 3 meses. De todas formas una cosa:´el de la foto, me suena. ¿la sacaste en Lanzarote a alguno de Tias? Un saludo y animo con esos entrenos, que no nos queda ná.
Nada grave, lo de todos los años por estas fechas, sobre todo si hay fiestas como carnaval o semana santa. Fuerza chavales.
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