Bueno bueno, quién lo diría, yo me puse como para probar y ya van seis temporadas en esto del triatlón, casi siempre me ocurre lo mismo, me viene a Fuerteventura para estar dos años y lo llevo multiplicando por nueve. Así son las cosas, es difícil programar algo que salga decentemente a largo plazo y es que como dicen los economistas: A largo plazo todo es variable. Pues resulta que esta temporada no me puedo quejar, podio del ranking majorero (tercero, y al final porque Raúl se tomó conquistar el segundo como cosa de vida o muerte y casi desfallece en la FUDENAS para acabar y arrebatarme el puesto de "mejor de los malos") y el sesenta del ranking canario además de pertenecer al décimo equipo de triatlón del ranking canario por clubes. Está claro que para ganar el ranking majorero tendré que invitar a un asadero de Escolar a mis colegas del club antes de cada prueba (Nota: Escolar es una especie de pescado de nombre complicado -ver el título del post- cuya ingesta produce efectos devastadores en el aparato digestivo). Otra cosa, mariposa, como habrán visto a la derecha de esta entrada, el contador para Lanzarote 2012 está por debajo de 210 días, por lo tanto ya llevo unos días volviendo a entrenar, suavemente pero lo suficiente para quitarme el estrés de la adicción insatisfecha y quemar algo de grasas, que ya he llegado al tope de peso que me he impuesto para navidades y aún queda la tira para esas fiestas, así que me veo cenando lechuguitas en nochebuena y arroz blanco el 31. Para acabar les digo que el próximo domingo es la asamblea del club en Los Estancos City, algo que no me pienso perder, todo el día con los calimeros una vez al año, con una chuleta en la mano una cerveza en la otra y a ritmo de 45 mentiras por minuto es algo grandioso.
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