"Se buscan hombres para un viaje peligroso. Sueldo bajo. Frío extremo. Largos meses de absoluta oscuridad. Peligro constante. No es seguro volver con vida. Honor y reconocimiento en caso de éxito".
(Ernest Shackleton en los periódicos británicos reclamando voluntarios para una expedición a la Antártida en 1914)

viernes, 18 de noviembre de 2011

Planeta Kalima (Capítulo XIII: El asadero)




Te he dicho que a mi me gustan poco hechas, esto parece la suela de unas kayano. Esto es lo que le decía Kándido al presi mientras pasaba la bandeja de costillas por la mesa como si la recaudación de la misa fuese. Estaban sentados todos los kalimeros, excepto los PBB en viaje de estudios a Gran Canaria, alrededor de la mesa como si fuese la última de los apóstoles con el hijo de Dios, salvo por el detalle de que en vez de pan ácimo teníamos paella y en lugar de vino de Judea teníamos Ribera de Duero. Habíamos acabado la asamblea y todos estábamos semiafónicos y calculando las pruebas que teníamos que hacer para ganarle a nuestro vecino de mantel, el más sonriente era Venearo que las tenía todas consigo, haber conseguido mil puntos más de ocho veces en la temporada eran una garantía frente a Kándido que luchaba contra su inexperiencia en la competición y contra su flequillo que le tapaba la visión. En otro lado de la mesa Zito (Luis Of Gold) le decía a sus vecinos que todavía no había empezado a entrenar y que no lo haría hasta marzo, para estar a punto para el acuatlón de Gran Tarajal, prueba reina del ranking y que aparte de la pasta gansa que daban al ganador tenía una puntuación doble. Era el Wimbledon de los acuatlones. Un poco más allá Kándido le explicaba a Markitos el menudo que lo de Hawaii nuna se le olvidará en la vida, se esforzaba en darle a entender que se distrajo con el público y el resto lo hizo la prepotencia de saberse ganador, el final todos lo conocemos ¿Eres subnormal o que? le respondió el chico gogo y continuó -Una vez casi me pasa eso en Wanaka, dejé que el Macca se acercara haciéndome que estaba lesionado, cojeaba intencionadamente y cuando llegaba a mi altura le esprintaba, se lo hice tres veces- Kándido asentía y sentía como los remordimientos le asaltaban, tanto que no lograba contar más de tres chistes por minuto. Un poco más allá El Zorritus le explicaba a sus oyentes que el mejor truco para hacer un buen tiempo en el Ironman lanzarote era pasar de las barritas y los geles y llevar tunos, y si eran indios mejor aún, se encontraban en la carretera y tenían muchas vitaminas, además eran aptos para celiacos. Nadie rechistaba, incluso alguien tuvo una idea ¿Y los higos que están cerca de Mancha Blanca? ¡He dicho que tunos, además en mayo están verdes! enfatizaba el antigüense. El presi trajo las tres bandejas de dulces que nos regaló Inma, la ganadora del ranking femenino y nadie las tocó, los calimeros no suelen comer esas cosas y siguen una dieta estricta de carbohidratos de cadena larga sin una traza de grasas. Todos fueron educados y le dieron las gracias a la triatleta del Columbus pero esos dulces se fueron como llegaron para disgusto de la chica. Luego vino el café, había café etíope, keniano, colombiano y de Fayagua. Para todos los gustos, y con sus variedades machiatto, capuccino, starbucks special y leche y leche. No había puros Cohiba ni Davidoff por razones evidentes y todos miraban el reloj para ver si daba tiempo de hacerse unos largos en la piscina, el presi el primero.

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