La playa de Gran Tarajal estaba esperándonos, el agua estaba menos fria de lo que esperaba y el viento ponía las olas al revés, así que si nadabas cerca de la orilla estabas como en una piscina, en uno de esos acercamientos juanma casi queda varado como una ballena neozelandesa, eso es lo que tiene la naturaleza, que tiene imprevistos. La nadada duró 1:20 y recorrimos 4000 m que se hicieron más cortos que en la piscina (el Garmin de Teo no miente). Hay que ver el efecto sicológico de la monotonía, la piscina se hace interminable y la playa se acorta. Claro que la playa tiene sus inconvenientes, por ejemplo la ducha no funcionaba hoy y las olas te hacen tragar algún que otro buche, pero eso es lo que hay, que yo sepa el Ironman no se hace en piscina. Esta tarde reapareció el viento, justo cuando mañana tengo que hacer la transición de la semana, así es la vida, a veces tenemos las cosas cuando no las necesitamos.
3 comentarios:
Jo, eso si es un entreno, y no pegarse la tarde dando vueltas en la piscina. Por aquí estaba al reves, olas en la orilla y calma chicha para dentro, aunque el viernes había mar de fondo y se me viró la tortilla. Un saludo.
Tenemos que repetir, pero si vamos con Juanma tiene que ser con el pleamar, sino se nos vuelve a encallar y quizas esta vez, no tengamos tanta suerte de volver a echarlo al mar. Jejeje.
Menos mal que el Juanma está flaco. Por otra parte, en Puerto del Carmen suele estar bien la mar, no?
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