Ni en mis más locos sueños habría estado en mejor estado tras el IM del sábado pasado, ni una contractura ni nada de nada, debe ser que el cuerpo se acostumbra a todo, hasta darse palizas de semejante calibre. Recuerdo que el año pasado tras Roth estuve una semana con el gemelo derecho averiado y el tobillo derecho como el de un camello. Tal vez sea por el frío que hizo o por cualquier otra cosa, podría hacer otro IM mañana. No obstante hay que guardar los ímpetus para no quemarme ya que me el cuerpo me pide ir al Challenge de Barcelona, pero la fecha (4 de octubre) exige entrenar en plena canícula estival cuando todo el mundo está en la playa o con una birra (con) en un asaderito y ya he repetido hasta la saciedad que todo tiene un límite. Mejor llegar con el ánimo a tope para el 2010 (Frankfurt o Lanzarote).
En cuanto a mis entrenos de esta semana, aguanté sin entrenar solo tres días, el miércoles me monté en la Colnago que estaba cogiendo telarañas y nadé también, me sentía como un torpedo. Hoy me di una vuelta para seguir flipando con el GPS. Creo que soy propenso caer en las adicciones de cualquier cosa, si yo hubiese caído en las garras del tabaquismo ahora fumaría tres cajas al día. Pero tocó otra.
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