Es como estamos los futuros finishers, el tiempo que queda es para planear los detalles de la operación, para hacer la maleta y separar las barritas energéticas o elegir el menú del avituallamiento especial de Haría, porque la parte gruesa del asunto hace bastante que se gestó. Lo que se ha entrenado entrenado está y si uno lo ha hecho mal, por lo que sea, entonces la suerte ya no se puede cambiar, como diría Michael Robinson: El pescado está todo vendido. Desde que empezó el tapering empezó la fase más dulce, esa en que se recogen los frutos de tantas horas dedicadas, de tanto calor, de tanto frío. Hace poco me decía a mi mismo que el año que viene no haría un IM ni de coña, ahora no lo tengo tan claro y espero acabar el IM con ganas de hacer otro. Suerte desde ya a todos y a disfrutar, que no queda nada.
1 comentario:
Yo ya pienso en el siguiente, mi mujer y los chinijos me matan. Saludos.
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