Pues resulta que la piscina de Las Playitas dicen que es climatizada, bueno, será para un noruego, porque para el gusto de uno de Gran Tarajal está más que fresquita, por lo que habrá que sacar el neopreno de la bolsa y volver a la rutina invernal. Si uno se viste bien no hay mayor problema, tampoco si el neopreno te rodea, pero el encanto del verano es demasiado para el cuerpo, nadar con el sol en todo lo alto o correr casi al alba para no morir deshidratado es, evidentemente, tan guay que provoca adicción. En cuanto al cuerpo, todo va bien, todo en su sitio, más o menos como hace un año en este mismo blog, pero al igual que hace 51 semanas, no queda otra que volver al fresquito.
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