"Se buscan hombres para un viaje peligroso. Sueldo bajo. Frío extremo. Largos meses de absoluta oscuridad. Peligro constante. No es seguro volver con vida. Honor y reconocimiento en caso de éxito".
(Ernest Shackleton en los periódicos británicos reclamando voluntarios para una expedición a la Antártida en 1914)

lunes, 5 de octubre de 2009

Un Ironman no es cualquier cosa


Y si no fíjense en todo lo que hay que sufrir, todo lo que hay que entrenar, todas esas tardes sobre la cabra con frío o con calor, con viento y con conductores que pasan a veinte centímetros de tu pantorrilla, todas esas series y todas esas piscinas y aún así nadie te garantiza nada. Nada de nada. No tienes nada. Sólo te queda cruzar los dedos y que ese día las cosas te cuadren. Puede que pinches, incluso de que pinches otra vez. En mayo pasado a mi acople le faltaba un tornillo, el otro aguantó milagrosamente y pude acabar ¿Cómo puede ser eso? pues ocurre. Jane pinchó dos veces, seguramente no le volverá a ocurrir en la vida y le pasó ayer. Marcos fue finisher en mayo y a saber que le ocurrió ayer para que ese portento no haya acabado, no me hubiera gustado estar ayer en su pellejo. Pero como todos sabemos más o menos de qué va esto, o nos lo imaginamos, me gustaría acabar este post de forma más esperanzadora otorgándole el premio Pullitzer de periodismo triatlético al Leonis Skinfitensis que nos ilustró el fin de semana con sus crónicas deportivas patrocinadas amablemente por skinfit s.a. El felino nos mantuvo informado de los avatares de los calimeros y de la moda última de la marca austríaca. ¡Ese chico es un demonio! ¡Qué digo, es Maradona!

No hay comentarios: