Laurent Fignon murió esta mañana, uno de los artífices, junto a Perico, LeMond, Roche, Sean Kelly, Indurain y alguno que se me olvida de que a mi me apasionase el ciclismo. Junto a LeMond protagonizó el mejor Tour que he visto, el más emocionante, el de 1989. Los dos se daban leña un día si y otro también, se vieron desfallecimientos y contraataques y se resolvió en una contrarreloj de 24 km en Versalles que ganó LeMond y que le hizo conseguir el tour por solo 8 segundos de nada. En esa contrarreloj fue la primera vez que vi unos acoples al manillar y las palanquitas de los cambios en la punta ¡Qué pasada! pensé. Fignon perdió ese tour (había ganado los de 1983 y 1984) pero la imagen que daba era la de esa clase de personas que nunca se rinden. Un campeón.
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