
Frase del coleguilla Descartes que se traduce como "yo pienso, entonces existo", esta frase en su contexto original, cumbre del racionalismo, quería decir que entrenar es bueno porque las endorfinas te calman la ansiedad existencial. Todo el mundo sabe que competir es una excusa para entrenar y así llenar la sangre de esas drogas creadas por no se qué parte del organismo. Sin esas endorfinas nadie pasaría la tira de horas dándole a la matraca.
Menos mal que hemos vuelto a la "normalidad" después de las terribles navidades, si, son terribles, o no me van a decir que las navidades son chachis después de inyectarse el colesterol en vena y las comidas interminables con sobredosis de todo, por no hablar de otras sobredosis familiares. Lo único que las salvan son los niños. Una cosa buena es el tiempo disponible para entrenar, algo que echaré de menos a la vuelta de la esquina porque como todos los triatletas que van al IM Lanzarote saben, febrero es el comienzo de la fase naranja, es decir, compresión vital en aumento de tiempo y esfuerzo. No me quedará tiempo ni para pensar que existo como dijo el coleguilla. Saludos a todos y prepárense que el Du de la Santa está al caer.
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