"Se buscan hombres para un viaje peligroso. Sueldo bajo. Frío extremo. Largos meses de absoluta oscuridad. Peligro constante. No es seguro volver con vida. Honor y reconocimiento en caso de éxito".
(Ernest Shackleton en los periódicos británicos reclamando voluntarios para una expedición a la Antártida en 1914)

sábado, 20 de agosto de 2011

Planeta Kalima (Capítulo V: 90210, Sensación de vivir)






Suite 501, Hotel Beverly Hills, 9641 Sunset Boulevard, 90210 CA. Es lo que marcaba el enorme llavero que le entregó el recepcionista. El presi cogió la llave con la cabeza reclinada mientras miraba de soslayo al resto de calimeros. Había tenido un día duro y ni miraba el lujoso hall de estilo neocolonial. Le hizo una seña al botones y rápidamente le siguió con las maletas y las bicis de nuestros héroes- ¡Menos mal que pudimos coger el vuelo siguiente!- Dijo JuanP. Si nos quedamos en Atlanta me da algo, respondió Vene. Mientras Kándido Limoneros miraba los musculosos brazos del botones y pensaba en la propina que le dejaría por ser tan amable. ¡Bueno, olvidemos todo, tenemos un Ironman que ganar, no dejemos que las dificultades nos puedan! Añadió el presi mientras le daba una palmada en el culo al Zorritus. ¡Ayyy, No me des, que todavía me duele! Perdona, no me acordaba, le dijo el presi -Tenemos que llamar a Kinder y darle las gracias por todo- Se refería JuanP a las gestiones que hizo Kinder Bueno desde Las Playitas para liberar a nuestros protagonistas de una más que probable estancia en prisión. Kinder Bueno era un alemán de origen guineano que medía poco más de un metro sesenta y con la piel de color chocolate Ferrero. Resultó que Kinder había organizado un training camp en Atlanta y, casualidades de la vida, conocía perfectamente al Sgt. Munoz que era un triatleta aficionado, bastante malo por cierto pero con un gran entusiasmo natural. Kinder tuvo que esforzarse porque los cargos que les imputaron de pertenencia a bandas terroristas era algo que estaba mal visto en USA. Al final nuestros calimeros pudieron salir de los calabozos no sin antes firmar una declaración que prácticamente los dejaba al nivel de unos discapacitados síquicos para librarse de la trena. Salieron corriendo del lugar y cogieron el primer vuelo a Los Angeles, que era cada diez minutos. Esta vez el Zorritus ocupó una butaca, no quería repetir la traumática experiencia vivida con los canes de la bodega.




El vuelo a Hawaii no salía hasta la tarde del día siguiente así que los chicos tenían intención de dormir a pierna suelta y disfrutar de su estancia en el hotel. Se dieron una ducha y cuando acabó de peinarse la melena con mechas el joven sub23 decidieron ir a cenar a uno de los restaurantes de la primera planta, eligieron evidentemente el italiano, se sabe que todo buen triatleta debe comer pasta hasta en el postre. Nada más sentarse Vene miró a un lado y reparó en que en la mesa vecina estaban sentadas Cameron Diaz, Megan Fox y Rihanna charlando animadamente, se tapó la cara con la carta y soltó un ¡Yosssss, mira tio! ¿Qué? Dijo suavemente mientras miraba la carta el Zorritus -Mira a tu derecha- le dijo el líder del ranking, el antigüense obedeció y abrió los ojos un palmo. El presi les recordó que eran unos triatletas y que se olvidaran de todo lo demás, JuanP asintió y Kándido dijo: ¡Unos tortellini all’amatriciana estarían bien! En una de estas, Rihanna miró hacia la mesa y le picó el ojo al Zorritus con esas pestañas sin fin, el zorritus estaba petrificado. Mientras tanto Cameron Diaz le daba un beso volado a Vene, el pulsómetro le empezó a dar pitidos. JuanP no quería mirar, no quería tentaciones de ningún tipo, sabía que si miraba para esa mesa su victoria en su grupo de edad corría peligro. Cuando estaban en los postres, Megan se acercó a la mesa mostrando una minifalda que parecía un cinturón extra-ancho y con un escote hasta el ombligo se inclinó hacia los chicos y dirigiéndose a Kándido soltó un ¿Tienen fuego? El sub23 le respondió: No fumamos guapa, la chica estaba decidida a confraternizar con esos adonis y luego añadió la espectacular protagonista de Transformers I y II: ¿Quieren venir a una fiesta privada en mi suite? El presi le respondió amablemente que no gracias y que no insistiera, que ellos eran unos deportistas que no se distraían nunca en fiestas ni saraos y menos con mujeres. Todos asintieron.


2 comentarios:

Iván dijo...

En el próximo capítulo yo podría ir a la fiesta que no voy a competir, ¿eh?, anda porfa!

Pascual Velázquez dijo...

Veré que se puede hacer