No dejo de admirar a ese felino, con todo lo que le pasó el domingo pasado en Arinaga y todavía tiene ganas de escribir sobre lo sucedido. Normalmente cuando uno pasa un mal trance no quiere saber nada del tema, bueno, excepto el zorritus antigüensis que nunca, lo pase bien o mal, da su versión de los hechos. Para algo es un zorro.
Pues al León le ha dado por escribir una novela por entregas del Affaire Arinaga. Épica la narración, y sinceramente, menos mal que no fui, hubiera sufrido de lo lindo.
Por esta parte del Atlántico nosotros estuvimos expuestos al vientito pero parábamos para sacarnos fotos. El León no, sentía el vientito pero para intentar no caerse de la leona. Mientras nosotros tomábamos coca cola en Pozo Negro y comíamos canapés con la gente, el León se indigestaba con un plátano. (La foto es durante uno de los retortijones del vientre, en el kilómetro 16 de la carrera a pie). ¡Pero bueno!,¿Qué pasa aquí? leones que comen plátanos (y claro que tiene que indigestarse, porque suelen comer cebras y ñúes) y zorros que comen arroz. Así nos van las cosas en el club
1 comentario:
Me gusta la foto y la narración. Estás siempre muy acertado.
Veo que sigues con ansias la narración de lo sucedido en Arinaga.
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