Freakies

Esto de entrenar con el tiempo justo para llegar a casa con luz solar es un coñazo, como si uno fuese un vampiro de esos como los que salen en Blade, y menos mal que el frio no atiza todavía, porque uno es que está mal acostumbrado, estos meses pasados de estío, en que daba tiempo de echar la siesta han terminado por ablandar a uno. Para colmo la cercanía de la asamblea del club no hace sino aumentar el descontrol, nada más pensar en semejante reunión a uno se le ponen los pelos de punta, es como cuando cada no se cuantos años hay una conjunción astral y se alinean todos los planetas del sistema solar, porque ¿A que no es alucinante ver al mismo tiempo juntos a toda esa basca intentando engañar al personal con sus proezas? Yo por lo pronto me voy a llevar mi portátil con todas las clasificaciones de la federación de los últimos treinta años en formato pdf para que no me metan gato por liebre. Y es que si te llevas de alguno resulta que hizo los 5 km de un sprint en un tiempo que Bekele se las vería canutas, o que si alguien subió en el Ironman con el plato metido por Los Valles mientras charlaba con Juhanson o que nadó la trevaesía de la Bocayna ya en 1986 sin ayuda y sin acompañantes. ¡Ah! y todo eso sin entrenar. Bueno, éstas son pequeñas exageraciones, pero la realidad es que mentir es bueno de vez en cuando y si no se hace daño. Para algo tenemos el frikismo en la sangre. En la asamblea propondré que se haga un test psicotécnico a todos los aspirantes a entrar en el club. Otros años lo hemos hablado y no hemos llegado a nada, ya es hora de que seamos personas normales y el que de en el test un coeficiente intelectual menor de 50% de friki no entra en el club. De ninguna manera.